sábado, 10 de marzo de 2018



Las Redes Sociales

Las redes sociales han transformado nuestra manera de comunicarnos y relacionarnos, pero no lo digo como una frase más como tantas repetidas. Realmente podemos afirmar que transformaron nuestras vidas, porque entrar a chatear en salas de chat como el Microsoft Chat o mIRC del protocolo de Internet Relay Chat, era ya una realidad que podías conocer gente de todas partes entrando a salas de chat de cualquier parte de tu país o el mundo. Luego venían las salas de tu propia ciudad donde conocías a la gente que estaba cerca tuyo. Quizás su razón de ser estaba que con el solo hecho de ver el nombre de una persona, te imaginabas como era, ya que en estas salas no había ningún tipo de avatar o foto para identificarlas. Entonces osadamente pedías que te enviaran una foto por el mismo chat para conocerla al menos de manera visual.

Hubo un tiempo en que sólo utlizabamos el MSN messenger para comunicarnos con nuestros amigos. Solo bastaba con tener una cuenta de correo de hotmail y descargar el programa. Una vez instalado introducíamos nuestra dirección de correo y la clave y a esperar que el logotipo de dos personas, empezara a girar como si estuvieran gravitando el uno con el otro.

De verdad que era un mundo fantástico, saber que después de venir de la escuela o el trabajo, o un fin de semana entrabas y veías quiénes estaban conectados señalados en color verde, y otros con tono más apagado confirmando su estado fuera de línea. Luego vendrían actualizaciones, donde podías escribir tu estado o una frase, una manera de llamar la atención para que otros que dijeron "Hola" y comenzar una conversación que podía prolongarse por horas.

Internet y las redes sociales se fueron metamorfoseando con el tiempo, y así aparecían páginas web de todo tipo, pero siguiendo esta línea de la comunicación aparecen sitios como "Sexy o No" (Hoy extinta, emuladora de una similar "Hot or Not" que sigue en actividad), donde podías colgar alguna foto para que te calificaran como "Sexy" o "No" o simplemente para conocer gente, entablar una amistad o tener una cita.

Su éxito o fracaso a mi modo de ver residía en que solo podías subir una sola foto, y que después de tanto buscar personas que podían filtrarse por ciudad, terminaban apareciendo las mismas caras al cabo de unos cuantos clicks, que hizo de algo novedoso como calificar gente, en terminar siendo una rutina espantosa de hacer clicks para ver fotos repetidas.
Casi en el mismo tiempo se empiezan a vislumbrar algunos avances, respecto a mostrar o subir fotos. Es ahí donde el sitio “Fotolog”, enfocado más al mundo adolescente, se convierte en un éxito. Porque con solo crearte una cuenta, podías subir tus fotos diariamente para que otros, fueran amigos o no, te firmaran debajo y así seguir a personas que te interesaban y dejar un comentario. En este momento también el sitio argentino MetroFLOG hace su aparición con las mismas características que su predecesor, pero con el agregado de crear todo una comunidad o tribus urbanas llamadas “floggers” que asistían a encuentros en plazas, bares o pubs y demostraban sus habilidades de baile de música electrónica, y distinguiéndose con su peculiar característica de tener un corte de cabello en diagonal que no dejaban ver un ojo.

Puedo decir que hasta el momento no conozco que ninguna red social se haya materializado en relaciones de carne y hueso como lo hicieron estas redes sociales de fotos, pasando de un mundo virtual a un mundo de contacto humano.

Si de éxitos se trata, “Badoo” no se queda atrás. Con su objetivo principal, el de formar parejas, ha tenido un ascenso meteórico tanto que hoy en día es difícil encontrar personas que no se hayan hecho un perfil y haber conocido por lo menos a alguna persona por este medio. Su estancia silenciosa en el ciberespacio lo hace comparar a un cazador furtivo escondido que espera a su presa detrás a algún arbusto.

Luego empezaron a aparecer las redes sociales del tipo Sonico, Hi5, Netlog o MySpace no tan utilizadas por acá estas dos últimas. Y las más recientes son Twoo y Google+ pero en cuanto devino todo a la movilidad, están Instagram, Whatsapp, Line, Snapchat y Telegram, haciendo evolucionar el mundo de las redes pero en grupos reducidos.

Hay infinidad de redes hoy en día, pero creo que evité hablar de la más utilizada y con más usuarios registrados del mundo, me refiero a Facebook. Con su aparición, ya no hay mucho para decir. Es claro. Está todo podrido.

jueves, 22 de febrero de 2018

PRECAUCIONES PARA PAGAR CON MEDIOS ELECTRÓNICOS


Hoy en día estamos conviviendo constantemente con la tecnología. Lo que hace 25 años atrás parecía de la edad de piedra pagando en efectivo o cuotas yendo a la entidad para cancelar la deuda, vemos que comprar cosas por medios electrónicos parecería algo utópico.


El mundo fue avanzando, la tecnología está en todas partes y es casi un hecho que si necesitamos tan siquiera buscar una información ya no recurrimos a otros medios como diccionarios, libros, documentales o bibliotecas públicas. Todo lo podemos encontrar en internet. Google ha transformado nuestra manera de buscar, adquirir, conocer y encontrar datos que buscamos, y Facebook la manera en que nos relacionamos.


También ha avanzado el comercio. Lo que en tiempos remotos de la historia humana comenzó con el trueque que permitía intercambiar bienes que uno poseía (un sobrante) con otros bienes que necesitaba, ante la necesidad de intercambiar bienes de diferentes naturaleza que fuera difícil concretarse, nacieron las monedas, sí, esas que son de metales, que todavía siguen en uso.


Luego vino el papel, un papel que aseguraba que alguien podía dejar sus monedas de oro en algún lugar, que cobraban cierta comisión por guardarlos y así nacieron los bancos. A cambio de ese resguardo y como medida de seguridad el banco daba a los que depositaban el oro, un billete con la cantidad correspondida para su posterior retiro.


Pronto ese billete reemplazó a las monedas y el efectivo en papel se transformó en el circulante por excelencia y el medio de pago más utilizado en el mundo durante casi toda la historia de la humanidad. Hasta hoy.


Hoy estamos en un momento de transición donde conviven diferentes modalidades de pago.


Medios Físicos: Efectivos, Cheques, Cheques de viajeros, Tarjetas de Crédito y Débito, Cajas de ahorro, Transferencias Bancarias. El dinero que se palpa de alguna manera.


Medios Digitales: Homebanking, Plataformas de Pago en Internet, Billeteras Virtuales, Aplicaciones de Pago para celulares. El billete que no se ve.


Pero sobre estos medios digitales quiero detenerme a comentar sobre su funcionamiento y cómo en él todavía la seguridad es vulnerable a los ataques y estafas del que podemos ser víctimas. En estos tiempos el comercio electrónico ha aumentado considerablemente, a tal punto que esas tiendas físicas a las que solíamos acudir están desapareciendo o transformándose en virtuales en el mejor de los casos.


También acompaña a este avance de la tecnología, la proliferación de comercio en plataformas virutales de compra-venta monopolizando regiones de mercados que pone en desventaja a cualquier casa comercial pequeña, pero con usuarios en crecimiento.


No está demás de decir que esos clasificados que salían en el diario también tienen su transformación en sitios web donde podemos poner a la venta algún televisor que ya no lo usamos, un lavarropas en desuso o algún bien personal que consideramos que podríamos sacar rédito, o simplemente objetos que ocupan lugar en la casa. Hay de todo.


En todos ellos, debemos hacer lo que la humanidad hizo siempre, comprar, vender, pagar o cobrar. El funcionamiento es el mismo que si lo hacemos de manera física. Entramos a alguna página de compras, elegimos el producto, si no tenemos cuenta, nos pedirán el registro, más que nada para poner nuestros datos y dirección. Luego damos “comprar”, elegimos si queremos hacer con tarjetas de crédito, débito, transferencia bancaria o imprimiendo un cupón y pagando en efectivo en algún local de pagos. El producto elegido llegará a nosotros en cuestión de días. También podemos pagar servicios desde el homebanking de nuestra cuenta bancaria o el resúmen de nuestra tarjeta eligiendo la cuenta, y agregando el monto a transferir.


Hoy día realizamos compras,pagamos las cuentas, servicios, impuestos y tarjetas de crédito por homebanking o billeteras virtuales. Todo esto lo hacemos por medios virtuales o internet. ¿Piensan que es seguro? Sí y No. Hoy día no puedes comprar algo de algún comercio con tarjeta de crédito si no llevas tu DNI. Pero a veces no te lo piden.


Lamentablemente las transacciones realizadas en medios de pagos electrónicos, son todavía vulnerables, más allá que cada vez se incrementan las medidas de seguridad. Pero a veces quedan ciertos baches abiertos para ventaja de algún hacker o ladrón que quiera apropiarse de lo ajeno. Todos podemos ser víctimas, y seguramente quién lo fue en su momento recibiendo algún billete falso o un vuelto menor al correspondido sin poder de reclamo. También las estafas as aggiornaron con el advenimiento de la tecnología.


Entonces, ¿Cómo evitar o reducir la posibilidad de ser estafados? Para ello elaboré una lista con algunas recomendaciones de seguridad a tener en cuenta cuando utilizamos medios de pagos digitales o virtuales. Veamos.


Medidas de seguridad


  • Si tienes problemas con las tarjetas de crédito, recuerda que el banco o entidad emisora son los que te prestan el dinero, anota siempre los números de teléfonos para hacer reclamos, dudas, consultas e incluso para dar la baja. Visa, MasterCard, Cabal, Naranja o American Express, solo aportan la tecnología para hacer transacciones.


  • No pierdas de vista nunca tu tarjeta de crédito o débito cuando vayas a pagar en algún restorán, estación de servicio o cualquier local. En ella están todos tus datos que si los copian podrían utilizarlos en algún sitio de compras con medidas mínimas de seguridad. En referencia a esto hay un caso de una usuaria de cierto banco, fue a un restorán, pagó con una tarjeta de débito tomaron una foto de su tarjeta y la utilizaron creando una cuenta (que la dueña de la tarjeta no tenía) en un sitio de billetera virtual con esos datos y extrajeron dinero de su cuenta de cajeros automáticos.


  • Puedes tapar los números de seguridad de tu tarjeta si lo deseas, anotándolo en otro lugar para comprar y cargar el número cuando te pidan en una compra por medios electrónicos.


  • Si tienes una cuenta de billeteras virtuales (Todo Pago, Mercado Pago, Paypal o PayU) no olvides configurar todos los mecanismos de seguridad que te ofrecen: activar notificaciones, alertas, envíos de correo, identificación de usuario, etc. Esto puede transformarse de vital importancia.


  • Entra a tus cuentas de homebanking tanto del banco de tus tarjetas o también a los homebanking de Visa, MasterCard, Cabal, Amex, por lo menos una vez a la semana. Allí también puedes seguir todas las transacciones, compras  y pagos hechos por ti. Si hay alguna irregularidad podrás detectarlo y comunicarte con los agentes emisores de tarjetas para saber las causas o bloquear la tarjeta para evitar que siga aumentando el daño.


  • Si viajas al exterior demás está decir que tomes las mismas precauciones como si fueses a hacer compras en tu ciudad. Hay muchos casos de robos de identidad o clonación de tarjetas. Para ello es necesario que comuniques para las tarjetas que llevarás contigo el lugar o país que visites y la fecha aproximada (aunque pierdas privacidad, pero ganas en seguridad). Si alguien clonó tu tarjeta y hace una compra en tu país de residencia mientras la llevaste con vos de vacaciones, esto genera cierta incompatibilidad que el sistema detecta y cancelaría la compra del ladrón.


  • Si realizas pagos con billeteras virtuales o homebanking, ten en cuenta siempre a qué usuarios, entes, o comercios realizas el pago, guardando el comprobante digital emitido para realizar posteriores reclamos.


  • Realiza compras en sitios web donde aparezca la dirección “https” y en color verde por lo general, porque la “s” significa que el sitio es seguro.


  • No lleves tus tarjetas a ninguna parte si no hay necesidad. Si se te pierde la billetera, a lo sumo tendrás que hacer los carnet nuevamente, pero es el mal menor, si consideramos que a esto se sumen compras de terceros usando tus tarjetas extraviadas. En caso de pérdida siempre llama a los operadores de tarjetas para bloquear inmediatamente.


  • No reveles a nadie el pin de tus tarjetas ni lo escribas en el plástico.


Mi propuesta para los bancos, Medios de Pago Virtuales, u otros  entes relacionados a las transacciones electrónicas por internet es que concienticen a los usuarios para que tomen todas las medidas de seguridad necesarios y como una alternativa o manera de reforzar la seguridad (no muy práctica, todavía) pero que puede ayudar es que los tres dígitos de seguridad del reverso de las tarjetas sean enviadas por correo o aplicación al dueño.
Con el tiempo el sistema puede ser eficiente, aunque se necesitaría tener un dispositivo de medio electrónico para recibir ese código en cada compra para pagar con las tarjetas ya sean de crédito o débito, en caso de transacciones por encima de cierto límite de dinero que consideramos puede ser perjudicial en caso de estafas.
Antes, no sé ahora, pero si hacías una compra de un valor mayor a lo que consideran normal, te hacían un llamado para corroborar tus datos o simplemente para saber si estabas haciendo esa compra.
Espero que este artículo te sirva para tus futuras operaciones comerciales en internet. Un abrazo.

sábado, 13 de octubre de 2012

¿Qué se puede pedir a los axiomas?

¿Qué se puede pedir a los axiomas?
[…] Euclides tenía claro cómo hacerlo, pero en cuanto desapareció la brújula de la experiencia hubo que encontrar criterios formales sobre la validez de los axiomas, como la CONSISTENCIA, la RECURSIVIDAD o la COMPLETITUD.

Para explicar qué significa que un sistema de axiomas sea consistente, nos permitiremos fantasear un poco sobre la tecnología del futuro. Nadie nos impide componer dentro de cien años un malvado grupo de científicos diseñará un misil infalible, que alcance cualquier objetivo y lo destruya en cuestión de segundos. O bien podríamos imaginar que, tras una investigación muy costosa sobre nuevas aleaciones, el ejército de los buenos habría sido capaz de construir un avión a prueba a de tipo de impactos. Por separado, ninguna de estas historias desentonaría al comienzo de una película de ciencia ficción, pero lo que los espectadores nunca podremos aceptar es que ambas hipótesis se verifiquen a la vez, porque si alguien más malvado aún que los científicos –por ejemplo, un lógico– se le ocurriese disparar el misil contra el avión, caeríamos en la paradoja de un proyectil perfecto frente a un blanco indestructible.

En general, decimos que un conjunto de axiomas es consistente si no genera contradicciones, es decir, si de él no pueden producirse al mismo tiempo un enunciado y su negación. Así, los axiomas “Existe un misil perfecto” y “existe un avión indestructible” no son consistentes, porque del primero se sigue que, cuando el misil choque contra el avión, éste se destruirá, del segundo, que permanecerá intacto. La palabra “consistente” es un calco del inglés CONSISTENT, que significa coherente, vacío de contradicciones. Eso es lo mínimo que puede exigirse a los axiomas, pues en las teorías que no son consistentes cualquier proposición es verdadera, y saber hablar de todo equivale a no poder hablar de nada. El problema es que para tener la garantía de que un sistema de axiomas es CONSISTENTE, con frecuencia hay que echar mano de las teorías más complejas, cuya consistencia genera más preguntas de las que resuelve.
 
[…]Para introducir el concepto de COMPLETITUD, cambiaremos al género policíaco y nos serviremos de un ejemplo que nos ha inspirado el escritor argentino Guillermo Martínez. Imaginen que en una habitación cerrada se comete un crimen y que, al llegar la policía, junto al cadáver hay dos sospechosos. Cada uno de ellos sabe toda la verdad sobre el asesinato: sabe si fue o no fue él. Sin embargo, a menos que confiese, los inspectores tendrán que encontrar huellas dactilares, restos de ADN o cualquier otra prueba secundaria que permita acusarlos ante el juez. Si esta búsqueda se demostrara inconcluyente, entonces quedarían libres, pero la verdad de lo que sucedió seguirá siempre estando ahí. Aunque la verdad existe, el método es insuficiente para alcanzarlo.

Esta situación pone de manifiesto que en muchos ámbitos del día a día lo verdadero no coincide con lo demostrable. Esto es a lo que los lógicos se refieren cuando dicen que un sistema de axiomas NO es COMPLETO. Lo ideal sería que todas las afirmaciones verdaderas sobre ciertos objetos pudieran demostrarse a partir de un puñado de axiomas. Pero eso ocurre raras veces: lo más habitual es que una teoría contenga enunciados que no se pueden demostrar ni refutar, que llamaremos INDECIDIBLES. […]

Diremos que un sistema axiomático es RECURSIVO cuando nos es posible comprobar en una cantidad finita de pasos, si cualquier afirmación es o no un axioma. La recursividad pone freno a la avaricia del lógico, que quiere demostrar más y más teoremas, pues le impide añadir todos los axiomas necesarios para completar una teoría. Por supuesto, la geometría y la aritmética son teorías recursivas, como lo son, en general, todas aquellas en las que sólo haya un número finito de axiomas. Sin embargo, también existen sistemas recursivos con una infinidad de axiomas. Pero eso no importa, porque lo fundamental de los sistemas recursivos no es cuántos axiomas tengan, sino que la validez de cualquier demostración que se construya a partir de ellos pueda verificarse en un número finito de operaciones.

Extraído de la Colección EL MUNDO ES MATEMÁTICO de Diario La Nación, Nº 22:
“EL SUEÑO DE LA RAZÓN. La Lógica Matemática y sus Paradojas.” de Javier Fresán

viernes, 12 de octubre de 2012

Gödel, ciudadano americano


Corría el año 1946 cuando Gödel iba a convertirse en ciudadano americano. Me pidió que fuese su testigo; como segundo testigo propuso a Albert Einstein, que también aceptó de buen grado. Einstein y yo (Oskar Morgenstern) nos habíamos visto ocasionalmente, y ambos teníamos grandes expectativas sobre lo que podía ocurrir antes del proceso de naturalización e incluso durante dicho proceso.
Gödel, a quien veía con frecuencia en los meses previos al acontecimiento, empezó a prepararse de forma muy concienzuda. Gödel era una persona meticulosa, así que empezó a estudiar historia de la colonización de Norteamérica. Eso le condujo al estudio de la historia de los indios americanos, sus diversas tribus, etc. Me llamó numerosas veces por teléfono para que le aconsejase libros, que leía con suma atención. Gradualmente surgieron muchas preguntas y dudas sobre la corrección de estas  historias y las peculiares circunstancias que en ellas se revelaba. A partir de ahí y durante semanas posteriores, Gödel pasó a estudiar historia americana, haciendo particular hincapié en temas de derecho constitucional. Eso lo condujo a su vez al estudio de Princeton, y en especial quiso que yo le explicase dónde estaba la frontera entre el distrito y el municipio. Por supuesto, yo intenté hacerle comprender que esto era totalmente innecesario, pero fue en vano. Él insistió en averiguar todos aquellos datos que quería saber, de modo que le proporcioné la información pertinente, incluso acerca de Princeton. Entonces quiso saber cómo se elegía el Consejo de Distrito, el Consejo Municipal, quien era el alcalde, y cómo funcionaba el Concejo Municipal. Pensaba que era posible que le preguntasen acerca de esos asuntos y que, si demostraba que no conocía la ciudad en que vivía, causaría mala impresión.
Intenté convencerlo de que esas preguntas nunca surgían; de la mayor parte de las preguntas eran simple formalidad […]


Y entonces sucedió algo interesante. Con cierta preocupación me dijo que, al examinar la Constitución y para su disgusto, había hallado contradicciones internas y que podía demostrar cómo, de forma perfectamente legal, era posible que alguien se convirtiese en dictador e instaurase un régimen fascista que aquellos que redactaron la Constitución nunca pretendieron. Le  dije que era muy improbable que algo así sucediese nunca, aun suponiendo que tuviese razón, cosa que yo, desde luego, dudaba. […] Se lo comenté a Einstein que, horrorizado de que a Gödel se le hubiese ocurrido una idea así, también le señaló que no debía preocuparse por referirse a esas cuestiones.
Pasaron varios meses y finalmente llegó la fecha del examen en Trenton. Aquel día pasé a recoger a Gödel en mi coche y luego pasamos por Einstein. 


Durante el viaje, Einstein se volvió levemente y preguntó “Y bien, Gödel, ¿estás realmente bien preparado para el examen?” Por supuesto, ese comentario alteró profundamente a Gödel, que era lo que Einstein pretendía; su semblante de preocupación de Gödel le pareció muy gracioso. Cuando llegamos a Trenton nos hicieron entrar en una gran sala y, aunque en general se interroga a los testigos por separado del candidato, se hizo una excepción en deferencia a Einstein y nos invitaron a los tres a sentarnos juntos, con Gödel en el centro. El examinador preguntó primero a Einstein, luego a mí y si opinábamos que Gödel sería un buen ciudadano. Le aseguramos que sin duda alguna era así, que se trataba de una persona distinguida, etc. Entonces se volvió hacia Gödel y dijo:
-Bien, Mr. Gödel, ¿de dónde viene usted?
-¿Qué de dónde vengo? De Austria.
-¿Qué forma de gobierno tenían en Austria?
-Era una república, pero debido a la constitución la forma cambió a una dictadura.
-¡Vaya! Que mala fortuna. Eso no podría suceder en este país.
-Claro que sí.  Y puedo DEMOSTRARLO.
Así que, de todas las posibles preguntas, el examinador tuvo que formular precisamente la más delicada. Einstein y yo nos mirábamos horrorizados durante esta conversación; el examinador fue lo bastante inteligente para tranquilizar enseguida a Gödel diciendo “Dios mío, no entremos en ese terreno” y, para nuestro alivio interrumpió el examen en ese mismo momento.

Extraído de "¿Es Dios un Matemático?"  de Mario Livio

Sobre la Teoremidad



Para saber si la teoremidad (teoremidad: Conocer de antemano si una proposición de la Teoría de Número es un teorema o no, podríamos decir que equivale a si es demostrable o no) puede ser representada por alguna fórmula de Gödel sobre los teoremas de la teoría, es imposible determinar que esto efectivamente suceda. La fórmula G de Gödel ("G" es una proposición de la Teoría de Números autorreferencial) se convertiría en algo tan tautológico como la paradoja de Epiménides. Veamos: Todo gira en torno a G. La proposición G dice lo siguiente:

G: "G no es un teorema de la Teoría de Números".

Supongamos que G fuera un teorema, luego, puesto que la teoremidad es supuestamente representable, la fórmula de la TN que afirma "G es un teorema" sería un teorema de TN. Pero esta fórmula es ¬G, la negación de G, de manera que TN es incoherente. Por otro lado, supongamos que G no fuera un teorema (Demostrable); luego una vez más gracias a la supuesta representabilidad de la teoremidad, la fórmula que afirma "G no es un teorema" sería un teorema de la TN. Pero esta fórmula es G, e ingresamos de nuevo en la paradoja.

Extraído de "Escher, Gödel, Bach, and Eternal Golden Braid" de Douglas Hofstadter.

Epifenómenos


**Me gustaría narrar un cuento relativo a un sistema complejo. Conversaba yo un día con dos programadores de sistemas de la computadora que estaba usando. Decían ellos que el sistema operativo se mostraba capaz de arreglarse para satisfacer con gran comodidad a cerca de treinta y cinco usuarios, pero que a partir de ese número, poco más o menos, el tiempo de respuesta se dilataba súbitamente, llegando a ser tan lento que uno podía hacer el registro y luego irse a su casa a esperar. En broma, dije: “¡Bueno, eso es fácil de solucionar: basta con situar el sitio del sistema operativo donde está almacenado el número ‘35’, y cambiarlo por ‘60’!”. Festejaron mi ocurrencia. La gracia reside, por supuesto, en que tal sitio no existe. ¿Dónde aparece, entonces el número crítico: 35 usuarios? La respuesta es: Es una consecuencia visible de toda la organización del sistema: un “epifenómeno”.

Lo mismo sería preguntarle a un atleta, “¿Dónde está almacenado el ‘11’ que lo hace a usted capaz de correr 100 metros en 11 segundos?”. Obviamente, en ninguna parte. Esa marca es el resultado de cómo está construido el corredor, de cuál es su tiempo de reacción y de un millón de factores, todos en interacción cuando aquél corre. La marca es perfectamente reproducible, pero no está almacenada en ninguna parte de su cuerpo. Está diseminada en todas las células de su organismo y sólo se manifiesta a través de la carrera misma.
Los epifenómenos abundan, en el juego del “go”, existe la situación en que “subsisten dos ojos”. No está construida por las reglas, pero es una consecuencia de las reglas. En el cerebro humano hay credulidad. ¿Cuán crédulo es uno? ¿La credulidad se localiza en algún “centro de la credulidad”, dentro del cerebro? ¿Un neurocirujano podría ubicarlo y realizar alguna suerte de complicada operación que haga decrecer la credulidad, u optar por dejarlo en paz? Si el lector cree que la respuesta a lo anterior es afirmativa, ellos revela que es bastante crédulo, y que quizá debería pensar en someterse a tal operación.**

Extraído de “Escher, Gödel, Bach, and Eternal Golden Braid” de Douglas Hofstadter

Un Poco de Memoria sobre la "Memoria"

Esta primera entrada será fragmentos, pero más adelante iré escribiendo mis pensamientos. Espero les sea de su agrado.


UN POCO DE MEMORIA SOBRE LA MEMORIA
“La poesía en sí fue un acto de recordación ideado para inducir una respuesta en la memoria de los asistentes. La poesía épica griega e inclusive la historia antigua tuvieron como meta preservar en las mentes de los contemporáneos las legendarias hazañas de sus antepasados. Los libros fueron más bien un ayuda a la memoria del individuo, no un sustituto de ella.
Las culturas orales fomentan un tipo de pensamiento asociativo que no es muy común en una cultura de imprenta.
El hecho es que el arte de la memoria sobrevivió a la destrucción del Imperio Romano de Occidente y es muy probable que no perdiera popularidad ni en la Edad Media ni en el Renacimiento.

Otras técnicas de memoria del mundo antiguo se continuaron en la Edad Media y en el Renacimiento: la memorización simple (sin invocar la magia) y el manuscrito. El gran cambio se presentó con la introducción de la imprenta.
En esta rigidez el libro fu característico de toda la era mecánica, ya que así como las ideas quedaban fijas en la página impresa, así también la información mecánica se fijaba en los engranajes del reloj, en el motor de vapor o en la dínamo.
En forma gradual, se hallaron modos de almacenar y de expresar mecánicamente la información. El mejor ejemplo es el telar de Jacquard inventado hacia 1800 y que entretejía dibujos en la tela de seda de un modo automático. Al telar lo controlaba una serie de tarjetas de madera, en las cuales unos agujeros hechos con punzón determinaban la entrada de diversos hilos, y así generaban el dibujo. Este dibujo se podía alterar simplemente agujereando nuevas tarjetas. Babbage trató de usar tarjetas perforadas en su Motor Analítico, en tanto que, a fines del siglo Herman Hollerith las empleó con buen éxito para tabular el censo de los Estados Unidos. Entonces empezó la gran edad de las máquinas tabuladas, que leían, concordaban, duplicaban, devolvían y en ocasiones destruían interminables pilas de tarjetas. Esta edad llegó a su fin en los años 1950 con la introducción de computadoras y de la cinta magnética.”

Extraído de varias páginas de “El Hombre de Turing” de David Bolter